Mostrando entradas con la etiqueta creación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta creación. Mostrar todas las entradas

domingo, 22 de junio de 2025

52 DÍAS, 12 CAPÍTULOS, 27189 PALABRAS

Cuando empecé con la escritura de la novela en la que me encuentro inmersa, me prometí que haría un seguimiento del proceso, utilizando el blog para documentarlo.

No he cumplido mi promesa.

La primera razón es que, por mucho que sepa que no hay demasiados ojos posándose sobre este blog, siempre puede haber alguno y no es plan ir contando lo que estoy escribiendo. No es que no sea plan, es que es un poco temerario.

La segunda razón es que se me ha ido olvidando.

Cada vez que encuentro momentos para sentarme a escribir, hago eso, escribo en la novela. Leo y releo lo que termino y, después, lo grabo en audios que estoy escuchando para saber si el ritmo es el adecuado, si hay alguna incoherencia o si simplemente engancha.


Ya sé que pone 17 y he dicho que son 12 capítulos, pero en realidad son 24, porque cada capítulo tiene dos líneas temporales. El caso es que al principio empecé siendo ordenada, pero al final fui grabando en cuanto tenía una de las líneas y por eso ya no cuadra.

En audios me estoy acercando a las tres horas, porque la novela tiene un ritmo muy pausado.

En lo que se refiere a la trama, no sé calcular, quizá esté más o menos a la mitad.

En cuanto al recorrido de mi personaje, me quedan solo seis años que narrar.

En cuanto a mí, estoy FELIZ.

Además, en los últimos tres días, mucho más lúcida que de costumbre porque estoy durmiendo bastante mejor y eso se nota cuando me siento por la mañana delante del teclado. También se nota que ya conozco a mi personaje y que ya no me cuesta tanto empatizar con él, vestirme su piel y recrear sus reacciones.

Esta vez he elegido un hombre, no sé si será una temeridad, pero bueno, qué más da. Yo escribo sobre todo para mí y ya digo que estoy pasándomelo genial.

Y estoy aprendiendo.

No un poquito, una barbaridad, tanto que creo que voy a seguir escribiendo novelas de este tipo, tratando de que sean cortas, independientemente de lo que al final haga con ellas. Lo voy a repetir hasta la saciedad: lo importante es el camino. Ojalá hubiera tenido tan clara esta lección hace años, ojalá tuviera treinta menos y supiera lo que sé ahora, porque me comería el mundo. Ahora me conformo con que no me coma a mí y con vivir en paz.

Que no siempre tengo la suerte.